martes, 24 de junio de 2008

TANTA GENTE BUENA QUE SE MUERE Y.......


Como decía una vieja profesora mia al ver que regresabamos en pie despues de las vacaciones o la semana santa. Tanta Gente buena que se muere y estos malditos siguen vivos, lo digo por la perdida reciente de uno de los criticos social y actores excelentes, además de escritos y periodista, Hablo del fallecido George Carlin, a quien muchos comunicadores a nivel mundial le debemos tanto, que la libertad de expresión moderna y la manera de expresarnos de muchos periodistas, escritores y todo aquel que tiene que ver con el mundo de la comunicación y el espectaculo. nuestro más sentido pesame y como diria el propio george ¨que siga el show que lo demás es mierda¨.

George Denis Patrick Carlin, nació el 12 de mayo de 1937 y murió el 22 de junio de 2008. Fue un estadounidense que destacó como actor, músico, escritor y, sobre todo, como humorista y crítico social. Uno de los más populares y polémicos comediantes estadounidenses, George Carlin, murió, el domingo, en Santa Mónica, California, a los 71 años de edad.

El publicista de Carlin, Jeff Abraham, dijo que la causa del fallecimiento fue un fallo cardíaco.

Carlin, quien fue un ganador del Grammy, era conocido por su material poco convencional y provocativo, su comentario social irreverente, y observaciones agudas de lo que él percibía como los absurdos de la vida diaria.

En la década de 1970, Carlin logró fama como una figura contra el Sistema, y sus representanciones estaban llenas de referencias a las drogas y el uso de lenguaje fuerte, incluyendo un acto llamado "Siete palabras que usted nunca puede usar en televisión".

Carlin fue arrestado después de una presentación en Milwaukee, en 1972, y acusado de violar las leyes contra la obscenidad, tras representar su acto.
El humorista George Carlin, héroe de la contracultura y célebre por sus bromas sobre las drogas, las palabrotas y la decadencia de la humanidad, ha fallecido en Santa Mónica (EE UU), tras sufrir un infarto de miocardio.

Carlin ya había padecido problemas coronarios y había padecido adicción a las drogas. El cómico falleció en el Saint John’s Health Center hacia las seis de la tarde, hora local, tras ser ingresado al sufrir dolores en el pecho, según un portavoz del centro médico.

A lo largo de casi medio siglo de carrera, Carlin había conseguido la fama gracias a su afilado sentido del humor, que lo había convertido en un destacado azote antiestablishment en los setenta. Calvo y barbudo, su imagen se hizo inconfundible. Sus monólogos solían estar salpicados de referencias a las drogas y popularizó el número Seven words you can never say on televisión (Siete palabras que nunca puedes decir en televisión).

Un renegado social

Como su predecesor Lenny Bruce o su colega Richard Pryor, Carlin se convirtió pronto en un renegado social a finales de los años sesenta. A finales de la década siguiente, en 1978, sus bromas radiofónicas llevaron su programa ante el Tribunal Supremo (en el caso Federal Communications Commission contra Pacifica Foundation). Un alto tribunal sentenció que los números de Carlin eran indecentes y que el regulador gubernamental de la radiotelevisión podía prohibir su emisión en horario infantil.

Carlin recibió varios premios Grammy a lo largo de su carrera y seguía activo dentro del circuito. De hecho, actuó en Las Vegas el mes pasado, según su representante, y en noviembre iba a recibir el prestigioso premio Mark Twain, concedido por el centro John F. Kennedy.

Su especialidad humorística giraba en torno a un tema central: la humanidad es una especie maldita y condenada. “No tengo creencias ni lealtades. No creo en este país, no creo en la religión ni en dios, y no creo en todas esas ideas institucionales creadas por el hombre”, señaló en 2001 en una entrevista a Reuters. Carlin esperaba llegar a un más allá desde donde poder ver la decadencia de la civilización desde una “CNN celestial”, según señaló en una entrevista a Playboy hace tres años.

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