El Estado cuna del narcotráfico mexicano, Sinaloa, ha recibido hoy a 200 nuevos agentes policiales para tratar de frenar la peor ola de violencia desatada por el crimen organizado en la zona. Estas nuevas fuerzas que han llegado hoy a Culiacán, capital del Estado, se sumarán a otros 700 policías y a 2.000 miembros del Ejército y la Marina enviados hace poco más de dos semanas. En el hermano país de mexico actualmente se juega a los buenos y los malos, pero los buenos son los que estan perdiendo, ya que los malos han crecido en numero y armas debido al apoyo de funcionarios corruptos del mismo gobierno y autoridades civiles y militares, son las razones por las cual, este cancer no podrá por un largo tiempo ser erradicado definitivamente del vientre de este bello país.
El martes hubo un tiroteo que duró cinco horas, el golpe más grave a la policía en mucho tiempo, y se saldó con el asesinato de siete de sus miembros en esa zona. Es la muestra de que los cuerpos de seguridad del Estado y las fuerzas castrenses se enfrentan a una violencia sin precedentes por la confrontación entre los cárteles de droga y de estos grupos con la policía y el Ejército.
Los nuevos policías reforzarán los patrullajes, realizarán reconocimientos y coordinarán sus acciones con otras autoridades federales estatales y municipales para garantizar la seguridad de los ciudadanos, indicaron las autoridades. Porque, como señala el analista Federico Berrueto, "no se puede entender la actividad del narco sin la complicidad de sectores sociales". "La sociedad es muy pasiva, y ve la lucha contra el narcotráfico como una tarea del Gobierno. Lo mismo hacen los partidos, que creen que es una tarea del presidente Calderón y de los gobernadores, sin ver la gravedad del problema".
Este año, el fenómeno ha dejado más de 1.500 muertos en todo el país, 420 de ellos sólo en este mes de mayo, considerado el más sangriento del último lustro.Antonio O. Ávila informa que sólo el pasado fin de semana 25 personas fueron asesinadas en Ciudad Juárez, fronteriza con EE UU y hoy mismo, en Sinaloa, aunque en la ciudad de Guasave, a 160 kilómetros al noroeste de Culiacán, fue hallado muerto un comandante de la Policía Ministerial del Estado, con la cara cubierta con una bolsa y a la orilla de un río, según han confirmado fuentes de la Fiscalía.
Emboscada de un capo
El comisario general de la Policía Federal Preventiva (PFP), Rodolfo Cruz, explicó hoy a la prensa en Culiacán que el choque armado del martes fue una emboscada atribuida al clan de los Beltrán Leyva, hasta hace poco aliados del conocido capo del narcotráfico Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Al recibir una denuncia anónima, los agentes policiales acudieron a inspeccionar un domicilio en esa ciudad y fueron recibidos con granadas y disparos de armas de fuego por más de 30 sicarios. En el operativo, resultaron muertos siete policías y un sicario, mientras que cinco agentes resultaron heridos y dos criminales detenidos.
Al respecto, el comisario general, coordinador de las fuerzas federales de apoyo, pidió armamento de mayor calibre para los efectivos desplegados en Culiacán, pues los carteles de droga usan armas de guerra capaces de penetrar en los equipos blindados.
Amado Carrillo Fuentes, considerado por muchos como el Pablo Escobar mexicano, controló el tráfico de cocaína colombiana y el de marihuana mexicana durante toda la década del 90.
Carrillo Fuentes se ganó el apodo por su flota de aviones Boeing 727 con la que, cada semana, pasaba a Estados Unidos enormes cargas de cocaína que, en su momento, le permitieron disfrutar de ingresos semanales por 200 millones de dólares.
Durante toda la década del 90 logró crear 'La Federación', un consorcio de capos liderado por su cartel, el de Juárez, en el que se tomaban decisiones y se acordaba qué hacer y qué dejar hacer. No solo logró eso, sino que creó en torno a su nombre una leyenda, al punto de que cuando murió (la versión oficial sitúa su deceso en julio de 1997 tras una fallida cirugía para alterar su rostro), la sabiduría popular se negó a aceptar que el cadáver irreconocible que se mostró a la prensa fuera el de 'El señor de los cielos'.
Los corridos mexicanos dicen que sigue vivo, y que las pruebas de ADN resultaron correctas porque dejó el cadáver de su primo, para irse a vivir en el anonimato.
La disputa por el poder
Pero con el 'celestial' trono vacío, los que antes fueron subordinados o colegas de Amado Carrillo quisieron sentarse en su silla.
El primero en la lista fue Joaquín 'El Chapo' Guzmán Loera, hoy por hoy el narco más poderoso de México. Guzmán es la principal figura del cartel de Sinaloa y llegó a su apogeo gracias al ocaso de sus competidores: el cartel de Tijuana y el cartel de Juárez.
La buena estrella del Chapo brilló luego de su fuga de una prisión de alta seguridad en el 2003. Como en una película, escapó escondido entre la ropa sucia. Al recobrar la libertad, se unió con los herederos de la plaza de Juárez y en una fusión que ahora se llama la 'Nueva' Federación y que está enfrentada con el Cartel del Golfo, que opera en la costa atlántica mexicana.
Pero el cartel del Golfo decidió disputarle el control del negocio a Guzmán a balazos. Dirigida desde la prisión de máxima seguridad mexicana por Osiel Cárdenas, que fue extraditado a E.U. el año pasado, la organización es regentada ahora por sus anónimos herederos.
Informes oficiales estadounidenses aseguran que, para competir, el grupo de Cárdenas se ha juntado con Arturo Beltrán Leyva, un desterrado líder del cartel de Sinaloa. Ese consorcio llegó acompañado de su brazo armado, los ya célebres ' Zetas', una banda de sicarios compuesta por militares mexicanos desertores e incluso por ex 'kaibiles' (soldados contrainsurgentes) guatemaltecos.
Récord de homicidios
Mientras las muertes relacionadas con el narcotráfico pasan ya de 1.356 muertes, la guerra en el norte del país se intensifica.
Esta semana, con 34 ejecuciones en un solo día, México vio llegar el registro de muertes a un nivel sin precedentes.
Chihuahua y Sinaloa, las entidades con mayor número de asesinatos, registraron en conjunto 14 ejecuciones; mientras que en Tamaulipas y Guerrero se reportaron dos asesinatos. Tan solo en Juárez, frontera con Estados Unidos, hubo seis muertos.
El gobierno federal sostiene que los golpes que ha propinado a las estructuras financiera y operativa de los carteles del narcotráfico han forzado al reacomodo de los mismos, lo que ha generado violencia e incluso las ejecuciones de familiares de los propios líderes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario