Si una palabra puede dar vida a la imagen de lo que hoy es Haití esa es dantesca. Comunicadores de la Z-101, coordinado por Willy Rodríguez, sobrevolaron el territorio haitiano observando el macabro escenario en que quedó convertido ese país, abarrotado de cadáveres y las calles cubiertas de escombros, haciendo de Puerto Príncipe una ciudad que huele a dolor.
De acuerdo a lo descrito por Willy, Sergia Elena y Anibelca Rosario, Haití es una ciudad fantasma.
El Palacio de Gobierno destruido, las oficinas gubernamentales hechas escombros, los templos brotando llanto en vez de plegarias, con el arzobispo Serge Miot muerto, las escuelas, hospitales, comunidades completas venidas abajo.
Miles de muertos interrupen el paso de quienes logran sobrevivir y que en medio del caos tratan de organizarse en los pocos refugios que se han preparado.
La verdad que es desgarradora, conmueve, parte el alma, atraviesa los sentidos más allá de lo imaginable, corta el aliento, aturde...
El geólogo Osiris de León, conmovido, dijo que “cuando uno ve tantas y tantas edificaciones colapsadas, uno ve miles y miles de ciudadanos haitianos que están concentrados y caminan sin rumbo por la perdidas de familiares”.
Los haitianos que han sobrevivido a la catástrofe y quedado a la interperie se han visto obligados a improvisar casas de campañas con pedazos de lona o una tela cualquiera, por lo que suplican ayuda, no impor cual o cómo, pero que los ayuden.
“Ver esto es preocupante, la secuela de este terremoto colocaron la fuerza de la naturaleza muy por encima de la obra de ingeniería”, dijo Osiris conmocionado.
De su lado, Willy Rodrígez reseñó que son mínimas las esperanzas de que aparezcan personas vivas debajo los esconbros de los derrumbes de edificios y casas del vecino país.
En su recorrido, los comentaristas de la Z101.3 pudieron observar que Haití ha recibido un gran apoyo de parte de República Dominicana.
En Jimaní se encuentra una amplia comisión de la Defensa Civil, un cuerpo médico de Salud Pública, así como varias unidades de los Comedores Económicos, quienes asistían a los heridos que fueron trasladados para darles atenciones médicas.
Desde tempranas horas de este miércoles la Cruz Roja Dominicana (CRD) comenzó a operar como puente humanitario para la canalización, distribución y suministro de las ayudas, proveniente de los 186 países miembros de la Federación Internacional de la Cruz Roja.
Para Sergia Elena de Selimán Haití parace una “ciudad fantasma”. “Todo lo que vimos es destrucción... es una situación de verdad muy penosa”.
“Desde la frontera entre Haití y Dajabón se pudo observar la gran cantidad de haitianos aglomerados allí intentando penetrar a territorio dominicano”, señaló, “están deseperados por la situación, por la falta de agua y alimentos”.
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